Un color,
Verde.
Hay mucho contraste de gente. Los extranjeros muy destapados y los de aquí aunque si se les ve con vestimenta occidental también van muchos con los trajes tradicionales. Aquí dicen que hay mucha igualdad entre hombres y mujeres. Como curiosidad vemos a las familias de compras, las mamás con tacones y vaqueros y encima el traje negro cubriéndolas de arriba a abajo dentro de la tienda de lencería, y los papas con la chilaba blanca impoluta, fuera de la tienda con cara de infinita paciencia y cuidando del bebé.
Dos horas más tarde, hemos regresado de nuevo gratis al barco, y mi maleta sin aparecer. En la habitación una notificación de que me han retenido la maleta porque llevo algo ilegal. Nos hemos personado en la consigna del barco y resulta que lo ilegal es una base de enchufe. Me la retienen hasta el último día, pero me dejan llevarme la maleta.
Sábado 19 de enero de 2019.
Salimos sin novedad de Barajas y llegamos con alguna que otra novedad a Dubái. El vuelo, del tipo chándal, muy incómodo y estrecho, menos mal que era Emirates, que siempre se pega con Qatar para ser la mejor compañía del año. Hemos llegado hechas un cuatro y yo con el pie hinchado. Encima las siete de la mañana y un día muy largo por delante y con excursión.
Mi maleta ha tardado la vida en salir y después una caminata hasta el bus que nos llevaba al barco. Así, a bote pronto, muy mal organizado. Llegada al barco y una cola tremenda hasta que alguíen se ha dado cuenta que los pasajeros con el check-in on-líne ya hecho no teniamos que esperar tanto.
Como es muy pronto, la habitación no la tenemos hasta la una y la maleta tampoco. Así que nos hemos subido al restaurante a desayunar y una hora después hemos vuelto para comer.
Como resulta que la excursión de hoy nos la han pasado a mañana, pues tenemos la tarde libre. Remedios ya tiene la maleta pero yo aún no, así que hemos decidido pillar un taxi e irnos al Dubái Mall. Ha sido gracioso porque después de preguntar y estar convencidas de ir en taxi, pues al bajar del barco hemos vuelto a preguntar y resulta que hay transporte gratis del barco al centro comercial. Siempre nos pasan un montón de tontadas con el tema del transporte.
La ciudad es impresionante, grandísima y con unas infraestructuras de mil pares de cojones. El centro comercial con 1200 tiendas hay que verlo para creerlo, todo carísimo eso si. Todo el mundo amabilísimo.
Hay mucho contraste de gente. Los extranjeros muy destapados y los de aquí aunque si se les ve con vestimenta occidental también van muchos con los trajes tradicionales. Aquí dicen que hay mucha igualdad entre hombres y mujeres. Como curiosidad vemos a las familias de compras, las mamás con tacones y vaqueros y encima el traje negro cubriéndolas de arriba a abajo dentro de la tienda de lencería, y los papas con la chilaba blanca impoluta, fuera de la tienda con cara de infinita paciencia y cuidando del bebé.
Tiendas de súper lujo y de pelaje, al principio es un laberinto pero cualquiera te informa si buscas algo, además mecánico. Preguntas Victoria Secret y contestan sin pensárselo dos veces left, right, left.
Dos horas más tarde, hemos regresado de nuevo gratis al barco, y mi maleta sin aparecer. En la habitación una notificación de que me han retenido la maleta porque llevo algo ilegal. Nos hemos personado en la consigna del barco y resulta que lo ilegal es una base de enchufe. Me la retienen hasta el último día, pero me dejan llevarme la maleta.
Ahora ya al final del día, estamos ya dándole a la cerveza y muy requetebién. La cena maravillosa.
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